Carta Pro Rector UST a diario La Tercera

Aporte estatal para universidades

Señor director: El reciente anuncio de la ministra de Educación de conectar el Aporte Fiscal Indirecto (AFI) a las universidades con el nivel económico de los postulantes, reconoce la necesidad de innovar en el financiamiento de los estudios universitarios de los alumnos más vulnerables. Cuando se diseñó el AFI todos los estudiantes de educación superior de Chile no alcanzaban los 120 mil, siendo en su mayoría de los quintiles de ingresos superiores. Hoy, en cambio, son cerca de 700 mil, muchos de quintiles inferiores. Así, resulta de toda justicia que el subsidio del Estado se focalice en aquellos cuya necesidad de ayuda es mucho mayor. Siguiendo la misma lógica, correspondería que el crédito para estudios universitarios que reciben los alumnos más pobres cubriese un porcentaje mayor del costo de los estudios. El arancel de referencia, fijado por el Ministerio de Educación, es inferior al valor de las colegiaturas, lo que obliga a los alumnos a financiar de su bolsillo parte sustancial del costo de estudiar. Muchos, simplemente, no pueden pagar esta diferencia y no pueden acceder a la universidad por razones económicas, contra lo manifestado por autoridades del gobierno. Esto es especialmente urgente, considerando que las universidades del Consejo de Rectores, que atraen en general alumnos de quintiles superiores, cuentan con el crédito fiscal solidario, que cubre prácticamente todo el arancel y que goza de una tasa de interés subsidiada. Jorge Urzúa Pro-Rector U. Santo Tomás